El mapa de la Ruta es el siguiente:
Bram:
El tercer día ponemos rumbo hacia Bram, un pueblo con estructura urbanística circular (castrum) alrededor de la iglesia de Saint-Julien et Sainte Basilisse (estilo gótico, siglo XIII), que se encuentra en el centro de la población. Este tipo de distribución servía para la defensa y seguridad de la villa. El primer círculo fue construido en el siglo XI, y se mantuvo la estructura hasta el siglo XIX. Bram fue un lugar con fuerte presencia de cátaros.
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Montreal y Fanjeaux:
Dos pueblos que se encuentran de paso, si no se tiene prisa, se puede dar una vueltecita, pero si no, tampoco se pierde gran cosa. En Fanjeaux hay una oficina de turismo, y uno de sus trabajadores habla varios idiomas, entre ellos el occitano. También aquí, y justo enfrente de esta oficina, hay un pequeño lugar para hacer picnic, así que si lleváis vuestra comida es un buen sitio, con fuente y lavabos.
Fanjeaux fue un lugar de enfrentamientos teológicos e ideológicos a lo largo del siglo XIII.
Para visitar, la casa de Santo Domingo de Guzmán; la iglesia románica de Notre-Dame-de-l'Assomption, construida sobre el antiguo templo de Júpiter; y el mirador Seignadou, con fantásticas vistas de la Montaña Negra (llamada así porque hay tanta vegetación que desde lejos se ve de color negro), los Pirineos y la región del Lauragais.
Más información Montreal
Más información Fanjeaux.
Mirepoix:
Siguendo la ruta, nos encontramos con el pueblo de Mirepoix, precioso y bien cuidado, con muchas plantas en los balcones. Se conserva casi intacto el aspecto medieval de finales del siglo XIII. El día que fuimos (domingo) había mercadillo, muy animado, tanto de cosas nuevas como usadas, en la plaza mayor (Place des Couverts), en la cual se pueden ver unos bonitos porches y soportales de madera tallados con esculturas y entramados. En ellos se encuentran varias tiendas y restaurantes. También cuenta con una catedral de estilo románico tardío y gótico, Saint Maurice, cuya nave central es la más ancha de las catedrales francesas góticas y una de las más amplias de Europa.
Más visitas: La Casa de los Cónsules, del siglo XV; la Porte d' Aval (puerta de la antigua muralla que delimitaba la ciudad, del siglo XIV).
Vale la pena visitarlo.
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Montsegur:
La mayoría de la gente se centra en la visita del castillo, olvidando el bello pueblo. Tiene un museo pequeño sobre los cátaros, que no está mal, pero podría mejorar mucho. Hay una pastelería/panadería artesana, y hay que probar los productos, ¡buenísimos! Según a qué hora hay cola, y acaban las existencias.
Fuera del pueblo se encuentra el castillo, y al principio la cruz que señala el lugar donde fueron quemados a la vez 200 cátaros, por eso se le llama EL PRADO DE LOS QUEMADOS.
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Château Puivert:
Al llegar a Puivert, y si ya has subido a algunos castillos, se agradece ver que aquí no hace falta andar... el coche se aparca casi al lado. Eso sí, es un castillo “artificial”, y lo que más nos gustó fue una señora que hilaba la lana, muy amable, y con quien se puede observar a la perfección cómo sale el hilo de las "nubes" de lana. Hay vistas bonitas, como en todos los castillos de la zona. No sirve el pasaporte para reducir el precio de la entrada. Para los amantes del cine, este castillo fue el elegido por Roman Polanski para su película "The ninth gate" (la novena puerta).
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Cucungnan: Château de Queribus
Está a la falda del Castillo de Quèribus. Es uno de los que más nos impresionó, por sus excelentes vistas y por la importancia que tiene en la historia ya que con la caída de Quéribus, se daba por finalizada la Cruzada. Oficialmente también se consideraba que se había acabado el catarismo. Eso sí para conseguir llegar arriba del todo y ver las maravillosas vistas del Rosellón, Albeses, el Canigó, el Puigmal, y según el día hasta el mar Mediterráneo, hay hacer un gran esfuerzo, ya que la subida es fuerte, pero merece la pena.
En el pueblo se puede visitar un antiguo molino de harina y en la iglesia hay una exposición de vírgenes embarazadas.
Más información 1 y 2
Lagrasse:
Pueblo indispensable, precioso. De hecho, ha sido clasificado oficialmente entre les plus beaux villages de France (más bellos de Francia) en más de diez ocasiones. Muy bien cuidado y sobre todo con muchas y buenas señalizaciones para seguir la ruta del conjunto medieval. Atraviesa la población el río Orbieu, donde se encuentra el Pont Vieux, hermoso lugar. Su iglesia, de estilo gótico, siglo XIV, está consagrada a Saint Michael. La plaza se llama Place du Hall, donde se sitúa el antiguo mercado y la casa natal del general Maynard.
Con todo tipo de prestaciones, vale la pena dedicar tiempo a descubrir sus bellezas.
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Resumen fotográfico de la jornada
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