Ampliamos la salida con la visita a los castillos cátaros y lugares de interés de los alrededores, y de esta forma aprovechar para conocer más la zona, su historia, su cultura, su paisaje...
VIAJE:
Decidimos ir en tren, en el AVE, porque no había ganas de conducir, y aunque hay aeropuerto en Carcassonne, preferimos el tren porque consideramos que se "pierde" menos tiempo.
La duración del viaje Barcelona-Carcassonne es de 2,30 h. Se pasa rápido y es muy cómodo. ¡Atención a las vistas! Cuando el tren pasa cerca de Perpiñán, parece que entra en un lago, así, literalmente, porque en algunos momentos sólo hay agua y la vía del tren. Lo más interesante es que no es ningún lago, sino el mar Mediterráneo, que forma lo que parecen lagos debido a la escarpada costa que hay en la zona.
El precio del AVE, ida y vuelta y por persona fue de 98 €, no lo consideramos nada caro.
DATOS ÚTILES:
Dejamos ahora una serie de datos que serán útiles para quien quiera realizar esta misma ruta:
- Si vais en tren, lo ideal es alquilar un coche en la misma estación. Es más cómodo, y sobre todo lo notaréis al volver: se agradece mucho dejar el coche en la misma estación. A nosotros nos costó 174€, durante tres días, un Nissan Juke muy nuevo y fantástico. Lo alquilamos en Avis.
- El precio de la gasolina (diesel en nuestro caso) era, en estas fechas, de 1,189 €. ¡Atención! Las gasolineras suelen funcionar con tarjeta de crédito, y no os preocupéis si os "cargan" 120 €. Lo hacen siempre, pero a la hora de descontar el dinero cobran exactamente lo que corresponde.
- Es Interesante comprar el llamado "Passeporte des Sites du Pays Cathar". Cuesta 2€, pero sólo visitando dos castillos ya se amortiza (donde es válido, suelen descontar un euro). Se puede obtener en Carcassonne Cité, en la Oficina de Información y Turismo, situada justo al pasar la Porte Narbonne , la primera callecita a la derecha.
- Carcassonne parece grande, da la sensación que te vas a dejar cosas y calles por ver, pero en realidad se recorre en 40 minutos. Siempre se va a parar a la plaza central, Pl. Marcou, donde están concentrados muchos restaurantes, y por el camino se encuentran muchos comercios. Por toda la Cité hay restaurantes y rincones preciosos.
- No hay que confundir Carcassonne "ciudad nueva", llamada Bastide Sant- Louis (donde está la estación), con Carcassonne Cité Medieval. Ambas están comunicadas por dos puentes, el Nuevo y el Viejo, que están a unos 12m. andando uno del otro.
- En cuanto al alojamiento, lo mejor es escoger un hotel que esté cerca de la Cité, como por ejemplo el Hotel du Pont Vieux. Esta recomendación es porque, lógicamente, se llega cansado después de tanto andar, y si tienes el hotel cerca de la Cité puedes cenar en algunos de sus restaurantes; hay una buena oferta gastronómica (algunos cierran temprano, pero la mayoría no). Posiblemente en la Bastide habrá también buena oferta, y quizás mejor de precio, pero el encanto de la Cité, como dice el anuncio, no tiene precio. No recomendamos los hoteles del interior de la Cité, porque puede haber problemas de aparcamiento, y además, hay mucha gente.Tanto si el hospedaje es dentro o fuera de la Cité, hay que optar por uno que tenga aparcamiento propio. Aparcar en fechas de mucho turismo, y a según qué horas, es tarea ardua.
- Merece la pena hacer una visita guiada por Carcassonne, porque oír las explicaciones de un experto siempre es gratificante, y se aprende más. Si encima te toca una guía como Anna, la motivación está servida. Se reserva en el mismo sitio que el Passeporte.
- En todos los pueblos y ciudades hay lavabos públicos gratuitos.
- Es conveniente no hacer más de dos castillos al día, a no ser que estés preparadísimo físicamente.